En el ámbito del alto rendimiento deportivo, la motivación se considera esencial para el éxito. Sin embargo, aunque la motivación es fundamental para iniciar y sostener el esfuerzo, la investigación muestra que su naturaleza es fluctuante y, en ocasiones, insuficiente para mantener el compromiso a largo plazo. Aquí es donde entra en juego el propósito, un elemento más profundo y estable que aporta una base sólida y duradera.

La motivación: Un impulso transitorio

La motivación es el conjunto de razones o estímulos que llevan a una persona a actuar, y en el contexto deportivo puede manifestarse de muchas maneras. Desde la motivación intrínseca —disfrutar del deporte por sí mismo— hasta la extrínseca —competir para ganar un trofeo o reconocimiento externo—, esta fuerza impulsa a los atletas hacia sus objetivos. Sin embargo, la motivación es transitoria y suele depender de factores emocionales o contextuales, como los resultados obtenidos, la relación con el equipo o el apoyo social.

Es común que los atletas experimenten ciclos de alta y baja motivación. En esos momentos en que la motivación disminuye, muchos deportistas enfrentan dudas e incluso desánimo. Es en estas situaciones cuando el propósito cobra una importancia fundamental, actuando como un ancla que mantiene la estabilidad emocional y psicológica del atleta.

El propósito: Una base sólida y duradera

A diferencia de la motivación, el propósito es una base interna que se conecta con los valores y creencias personales del atleta. En el deporte, el propósito no solo sostiene el esfuerzo, sino que proporciona un sentido profundo de satisfacción y de dirección, lo cual facilita mantener el compromiso incluso cuando los resultados no son inmediatos o cuando la motivación parece desvanecerse.

El propósito en el deporte puede variar: algunos atletas encuentran su propósito en contribuir a su equipo, otros en inspirar a las futuras generaciones o en superar límites personales. Este propósito permite a los deportistas sentirse parte de algo más grande, ofreciendo una perspectiva que trasciende las metas individuales y las ganancias momentáneas.

Estrategias para encontrar tu propósito en el deporte

Dado que el propósito es tan fundamental para la resiliencia y la longevidad en el deporte, es importante tener en cuenta algunas estrategias que pueden ayudar a descubrirlo o fortalecerlo. A continuación, se presentan cinco pasos prácticos para ayudar a los atletas a conectar con un propósito claro y motivador:

Identificar los valores personales: Los valores son principios fundamentales que guían nuestras decisiones y comportamientos. Para un atleta, tener claros valores como la disciplina, el crecimiento personal o el trabajo en equipo permite alinear el propósito con estas creencias, creando una fuente de energía interna y sostenible que no depende de factores externos.

Reflexionar sobre el impacto en otros: El propósito no solo se encuentra en las metas personales, sino en la contribución que uno puede hacer a los demás. Preguntarse cómo el deporte puede inspirar o ayudar a otros puede añadir un significado profundo al esfuerzo diario y fortalecer la sensación de propósito.

Analizar los momentos de flujo: El estado de flujo ocurre cuando estamos completamente inmersos y disfrutamos tanto de una actividad que perdemos la noción del tiempo. Estos momentos, en los que uno se siente totalmente absorbido y satisfecho, suelen indicar actividades o habilidades que conectan con el propósito personal.

Visualizar el legado deseado: Imaginar el legado que uno quiere dejar puede aportar una visión a largo plazo y una gran motivación. En el contexto deportivo, pensar en cómo quieres ser recordado o el impacto que deseas tener puede ayudarte a encontrar una conexión emocional profunda con tu propósito.

Aceptar que el propósito evoluciona: El propósito no es estático y puede cambiar a medida que crecemos y evolucionamos. Esta flexibilidad permite a los atletas reevaluar su propósito según sus experiencias y aprendizajes, ajustándolo de acuerdo con sus necesidades y circunstancias.

El propósito como herramienta para la resiliencia

La resiliencia es la capacidad de adaptarse positivamente ante la adversidad. Los atletas que poseen un propósito claro son, en general, más resilientes, ya que el propósito les proporciona una razón sólida para seguir adelante, incluso en situaciones de fracaso o decepción. Mientras que la motivación fluctúa con las circunstancias, el propósito actúa como un recurso interno que permite gestionar el estrés y las exigencias del deporte de forma más equilibrada.

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Para entrenadores, psicólogos y profesionales del deporte, fomentar esta búsqueda de propósito en los atletas es fundamental. Ayudarles a construir una base sólida que trascienda la motivación momentánea tiene un impacto significativo en su rendimiento y en su vida, tanto dentro como fuera de la cancha.

Referencias

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